Todo empezó en los años 50, en una ciudad llamada Londres en Inglaterra. Los jóvenes se sentían atrapados por el Rock & Roll y de ahí surgieron los Rockers.
En los años 50 no existían tantas opciones de diversión como existen ahora y los jóvenes de la época se decantaban por la opción de Motos y Rock & Roll. En una post guerra con todas las infraestructuras destrozadas el estado decidió dinamizar la economía reconstruyendo el país, lo que obligó a realizar una inversión en carreteras que unieran toda la isla para facilitar el transporte de mercancía desde una punta a la otra.
Esto hizo que las carreteras se llenaran de Cafeterías dotadas de grandes aparcamientos donde los camioneros pudieran parar a descansar y comer algo. Como es lógico se convirtieron en locales de peregrinación de los jóvenes moteros ya que podían aparcar sus motos en grupo, hacer todo el ruido que quisieran y pasar sus ratos libres.
Si unimos a que a las autoridades les venía bien que estos jóvenes se fuesen a las afueras de la ciudad a montar escándalo y que a las cafeterías les interesaba aumentar su negocio, estas acabaron instalando las conocidas Juke Box o Rokolas donde estos jóvenes podían poner sus canciones favoritas y así sus ratos de ocio se consumían entre Motos, Chicas y Rock & Roll. No hay que olvidar que el horario de cierre de estos Cafés estaba mucho menos controlado que en el centro de la ciudad donde eran más estrictos con el, lo que todo junto hizo de esto el cóctel perfecto para la cultura Rocker de la época en la que decir Cafe Racer era sinónimo de Rocker.
La leyenda cuenta que los jóvenes apostaban sus motos e incluso sus chicas delante de estas máquinas de música eligiendo una canción y retando a su oponente a salir, coger la moto, llegar a la rotonda más cercana y volver al Café antes de que acabase la canción. Os imagináis que adrenalina!, solo de pensarlo se me ponen los pelos de punta, en una época en la que no había radares, en la que no había apenas trafico… ufff que tiempos.
Por cierto, en los 50 las canciones no duraban más de 2 minutos y medio porque si no los DJ de la radio no las ponían porque se hacían demasiado largas… razón para que todo fuese más emocionante aún.
Todo esto hizo que los jóvenes preparasen sus motos para que fueran las más rápidas, quitaron todas las piezas que no hacían falta para aligerarlas y las dieron forma de las motos de carreras de la época. El objetivo era “Alcanzar la Tonelada” que significaba alcanzar las 100 millas/hora (160,9 Km/h).
Todo esto dio pie a estas preciosas motos que ahora están volviendo a resurgir, llamadas Cafe Racer, nombre adquirido por las carreras que se hacían alrededor de estos cafés de los 50.
En RHOXS somos unos apasionados de estas motos y con esa pasión hemos diseñado y fabricado nuestra nueva chaqueta Cafe Racer a la que hemos llamado Cafe 74 con guantes a juego.